La Andalucía del siglo XXI tiene su historia, y los últimos 30 años a medida que los seminarios se quedaban desiertos y se llenaban las universidades públicas, los hijos de los jornaleros empezaron a dejar de estar predestinados a seguir los pasos de sus padres u optar por el clero, y acceder gracias a la enseñanza pública a los puestos de responsabilidad y reconocimiento social que cuando gobernaba la derecha estaban destinados para el hijo del médico y del farmacéutico.
La Andalucía del hijo del médico y del farmacéutico que puede sonar tan lejana para ciertos oidos que nunca escucharon a sus mayores hablar de como llegaban los “pudientes” a sus casas para aliviar la penuria económica de sus padres ofrenciéndoles un trabajo en el campo con a penas 6 ó 7 años a cambido de la manutención, padres que ayudados por la miseria se dejaban convencer por las palabras de sus benefactores de que a sus hijos saber leer y escribir tampoco les iba a servir para mucho, esa Andalucia ha cambiado a fuerza de políticas socialistas en materia de educación desde la aprobación del Estatuto de Autonomía. Un esfuerzo que en 2012 en plena crisis económica, cuando todas Administraciones gobernadas por el PP reducen el gasto en Educación, Andalucía, la Andalucía socialista, la Andalucía de Griñan ha vuelto a aumentar el presupuesto para educación, ampliando el número de plazas para profesores, el número de becas de carácter autonómico y los fondos para la formación del profesorado.
Una sociedad no formada es una sociedad acrítica, una sociedad donde las tasas universitarias sean prohibitivas para las familias de renta media y baja y las becas se concedan no por renta sino por méritos académicos hace que el estudiante medio, el de los 5, 6 y 7, solo pueda cursar estudios superiores si son el hijo del medico y el hijo del farmacéutico de cuando nuestros abuelos, y una sociedad en la que los recursos económicos en educación son desviados a colegios concertados en su mayoría católicos, hace de la educación pública un apostolado.
Fijemonos en la Comunidad de Madrid donde el 30% de los centros de educación que ofertan enseñanzas públicas son concertados y en su gran mayoría católicos, comunidad en que solo reciben ayudas y de carácter fiscal aquellas familias con renta suficiente como para poder pagar las actividades extraescolares obligatorios que ofrecen esos centros que pueden ascender a más de 300 euros mes por alumno, mientras que el 70% restante de centros públicos, donde llevan sus hijos las familias con menos recursos se les suben las ratios de alumnos por profesor y se recortaron el año pasado 2100 docentes, miremos a Madrid donde el Ministro de Educación Jose Ignacio Wert anunciaba un recorte de becas de idiomas a la mitad, de 50 millones de euros a 24,4, mientras Bocanegra explicaba el compromiso de su partido con la enseñanza bilingüe, y pensemos en el cambido que propone el PP cuando su ministro de educación en uno de sus libros publicados afirma “la incorporación de la mujer al trabajo incide negativamente en la familia “
Entonces, ¿nos econtramos ante un cambio o ante un radical espíritud de contrareforma? Esa es la pregunta, Bocanegra habla de cambio y vista la diferencia que hay entre sus palabras y lo que hace su partido desde el gobierno central y en las Comunidades Autonomas donde gobierna estamos seguros de que se trata de lo segundo, se trata de una contrareforma profundamente reaccionaria, las mujeres a sus casas, la educación en manos de las congregaciones católicas y los que estudien en la universidad que sean en su mayoría de la clase media-alta en adelante, a no ser que decidan ser curas.
Firmado: Ejecutiva local PSOE de Villanueva de Córdoba.
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