Fuente: EFE |
Mirar
atrás es un ejercicio peligroso porque en el vertiginoso ritmo en el
que se suceden las malas noticias, la perspectiva del que mira desde
el pasado pone en duda las certezas absolutas que nos mueven a una
acción impetuosa y febril, y el impulso que el grito de ¡España
y por España! lanzado el Ministro de Exteriores García-Margallo
contra la expropiación de YPF por parte del gobierno de Argentina
puede ser moderado por la reflexión sobre las causas y los motivos.
YPF
para que lo entiendan los jarotes es como el solar de los Torrico
expropiado por el Ayuntamiento para construir el Centro de Salud que
nuestro pueblo necesita, y por el que la familia expropiada recibirá
un pago que será decidido en su cuantía por un tribunal de
arbitraje. Repsol por lo tanto al igual que la familia citada son
españoles, pero representan sus propios intereses y no los intereses
de España en el primer caso o de Villanueva en el segundo.
Cuando
el PP local se situaba del lado de los intereses de la familia
Torrico en contra de los del pueblo, lo hacía en defensa de una
familia jarota, pero no en defensa de los jarotes, pues igual pasa
con Repsol; nos quieren explicar desde el Gobierno de España que
defender los intereses de la multinacional Repsol es defender a los
españoles y a España y eso es tan discutible como que su Amnistía
fiscal nos beneficia a todos. El Repsol de origen español del que
ahora queremos hacer patria tiene un capital mayoritariamente
extranjero y sus beneficios operan en paraísos fiscales para eludir
esa Hacienda que antes éramos todos y ahora somos solo la
clase media y baja. Una vez más el gobierno de Rajoy se deja la piel
defendiendo los intereses de los inversores cuando si nos han
enseñado algo los accionistas de de las grandes multinacionales es
que “el dinero no tiene nacionalidad”.
Miremos
ahora al pasado reciente como decíamos en la introducción y
recordemos como en multitud de ocasiones Rajoy entonces en la
oposición se quejaba de que la España de Zapatero había perdido un
importante peso internacional, España había perdido un prestigio
según el Partido Popular que aparentemente Rajoy y su Ministro de
Exteriores quieren recuperar con una diplomacia que entiende el
diálogo como amenazas y la negociación como coacción y la primera
respuesta ante el cambio de política Exterior del Gobierno de España
ha sido que dos días después de que el señor García-Margallo
saliera amenazando a Argentina con graves represalias si se
nacionalizaba YPF, la presidenta Kirchner
aprobara la expropiacion de la empresa.
La
patria como idea movilizadora es un recurso antiguo, Kirchner lo usa
con los argentinos diciendo que recupera a los “gallegos” lo que
es de Argenina, y Rajoy lo utiliza con nosotros para hacernos creer
que nos han robado algo que es nuestro, pero la verdad es que
posiblemente los argentinos como pueblo, no se verán beneficiados
por esta operación financiera, ni los españoles nos veremos en
ningún modo afectados por el cambio de accionistas mayoritarios de
la empresa YPF, pero lo que sí podrán lograr ambos discursos
populistas si se alargan en el tiempo, es acentuar el odio entre
pueblos.
Por
lo tanto, ineficacia demostrada por el gobierno de Rajoy en la
gestión de este problema es evidente, lo que quiere decir que la
defensa a modo de hincha futbolístico de los intereses de la
multinacional de origen español Repsol debe tener otra razón, y la de generar ruido que sitúe a los argentinos como
el enemigo mientras siguen con su vertiginosa política de “ajustes”
puede ser una muy buena.
El
Rey con sus cacerías de elefantes, también ha servido como
salvavidas informativo a un Rajoy que hace una semana corría a
esconderse de los periodistas y que ahora saca pecho por ESPAÑA,
cuestión Real que siendo maledicentes puede ser tenido como un nuevo
servicio que la corona le hace a la España que representa Rajoy, al
desviar el objetivo de las cámaras y la dirección de los micrófonos
de la Moncloa a la Zarzuela. El Rey y la cuestión de YPF han copado
toda la información en estos días, asuntos que fuera del ámbito
ético a los españoles no nos afectan, se han situado por encima de
cualquier otra información que sí tiene que ver con la vida del
español medio. Patria y Rey, el pan y circo de estos días.
Firmado: Rubén Blázquez Pizarro.
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