Rajoy no es la solución.

El éxodo del PP por el desierto de la oposición, aún contando con el maná en forma  de  crisis económica, está llevando al PP  a  un pasar de cuentas de rosario preparado ex profeso para orar por el deceso del actual gobierno, como se ha demostrado en el Debate sobre el Estado de la Nación terminado hoy.  Don Mariano Rajoy,  recitó  una vez más la plegaria  que lleva declamando casi desde la pérdida de sus segundas elecciones como candidato oficial del Partido Popular,  la imagen de un Rajoy falsificando los datos de una crisis que lo es, y de empleo, que es aún más grave, para llegar al argumento final, del “adelanto de las elecciones”, siempre y cuando se pueda considerar un argumento, está próxima a convertirse en una imagen costumbrista cual pintura de Julio Romero de Torres.

El discurso de Rajoy sobre los males de España,  obedece a un propósito propio, al situarse como única solución posible, intenta  medrar con  la justificación de la  salvación de España; “váyase señor Zapatero”, vuelve a resonar en el Parlamento como antaño sonara aludiendo a González. Vuelven los salvadores de la Patria  a resurgir del cieno de la crisis económica y el barro del descontento ciudadano, esta vez con disimulo, mediante la petición del adelanto electoral, como avergonzándose de su pasado, pero en definitiva,  vuelve el populismo del  “¡Váyase señor Zapatero!”.

La crítica… desde la razón, desde la responsabilidad exigible a un partido que pretende ser alternativa de gobierno, debe ser constructiva, la representación de los hechos debe huir del alarmismo cegador de mentes, y estimulo de los que se hacen ricos con el aumento de la prima de riesgo; la explicación de los males de España debe ser veraz y precisa, y aún así optimista, se trata de profundizar el camino de la recuperación, ya que el discurso de la venida del Apocalipsis, posiblemente sea un camino para llegar a la Moncloa , pero no para salir de la crisis. De nuevo el PP ante la necesidad de una verdadera oposición responsable, recurre a las tesis nacionalistas del “cuanto peor mejor” que tanto mal han hecho a España, de nuevo la forma de afrontar los problemas es de un  reduccionismo aterrador, situando como solución a todas nuestras dificultades el cese del presidente del gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas.

La explicación a tanta irresponsabilidad es sencilla, y es que Rajoy no es la solución  ya que no es capaz de afrontar con la seriedad que requiere estos momentos su labor opositora; al líder de la oposición le falta sentido de Estado, al líder de la oposición le falta vocación de servicio, al anteponer sus ambiciones políticas a la resolución de los problemas que genera esta crisis, algo fácil  de ver si se tiene en cuenta  que  la convocatoria de unas elecciones generales paralizaría la acción ejecutiva más de tres meses, con un gobierno interino incapaz de tomar las decisiones cruciales. Al líder de la oposición le faltan ideas, intentando ocultar este hecho con un exceso de epítetos sobre la capacidad del gobierno actual, mientras las propuestas de su partido son inexistentes …y finalmente al líder de la oposición, le falta ser líder.

El PP perdió el debate que acaba de terminar, y acostumbrados a que Rajoy no convenza, se aferran a la idea de que la ciudadanía abrumada por los problemas que tiene que afrontar debido a la actual situación económica, no tenga en cuenta el resultado de esta confrontación parlamentaria, no valore su absoluta falta de propuestas, ni esté prevenida ante los globos sonda lanzados por los barones autonómicos del PP y FAES sobre cuestiones como el copago sanitario. Las últimas elecciones municipales quieren de nuevo  convertirlas en unas primarias de las generales que tanto anhelan,  como ya pasara tras las elecciones al Parlamento Europeo, pareciendo olvidar  el que Rajoy solo gana elecciones a las que no se presenta. 

Firmado: Ejecutiva Local PSOE Vva. de Córdoba.