Un país puede ser rico y una gran parte de sus ciudadanos vivir en la miseria, solo mirar a EEUU donde más de 50 millones de personas viven en la pobreza y son invisibles para el sistema nos hace entender que las cifras macroeconómicas esconden una profunda mentira, una dolorosa mentira. Hemos creído como pueblo, como españoles, la gran mentira de que si nuestro país es rico todos seremos ricos, y la gran falacia de que para lograrlo bajar los impuestos es una medida acertada ya que soportamos con nuestro esfuerzo a un gran número de vividores y vagos que se aprovechan de un sistema del bienestar al que no contribuyen, discurso propagado desde la derecha con el fin de establecer de forma general una conciencia liberal en la sociedad española.
Y al parecer lo han conseguido; en España según datos de Septiembre de este año hay más de 18 millones de personas que cotizan a la Seguridad Social con un salario medio de unos 22.000 euros brutos anuales, y con un esfuerzo fiscal de aproximadamente el 40%, lo que implica que el discurso de que pagamos muchos impuestos tiene reflejo directo en la retención de las nóminas y es muy fácil de justificar, y es aquí donde la derecha apela al egoísmo, explicando que los impuestos empobrecen al trabajador medio, pero es una llamada al egoísmo expuesta de manera interesada bajo principios falsos, porque los servicios que recibe a cambio de su esfuerzo fiscal son considerablemente mayores a lo que aporta, y esto se puede explicar de manera muy gráfica.
Tengamos la estructura económica de España por una pirámide donde en la base estén pensionistas, parados de larga duración, trabajadores que a penas llegan al salario mínimo, conforme subes en la pirámide vas encontrado el trabajador sin especializar, el especializado, profesionales con estudios universitarios, empresarios, etc. Pues en una pirámide así, aquellos que más esfuerzo fiscal hacen son los únicos que podrían quejarse de manera egoísta y no son ni mucho menos los trabajadores, sin embargo el Partido Popular parece haber logrado que el trabajador medio español se haga liberal logrando a la vez centrar el problema en lo caro que nos cuesta mantener un sistema que protege a los más débiles, y ocultando así que los únicos beneficiados de que se bajen los impuestos son aquellos que por su nivel de renta optan por la sanidad y educación privadas.
En España hay 9 millones de pensiones, que se pagan con el esfuerzo fiscal de los que cotizan, nueve millones de personas que ya contribuyeron al desarrollo del país y que ahora cobran una pensión media de 803,83 euros, pensión que si no fuera por el Estado del Bienestar cuyos genes son socialistas, vivirían en la extrema pobreza, y aún así, muchos de estos ciudadanos reproducen cual grabación el argumentario del Partido Popular.
En España hay un 63 % de trabajadores mil euristas, cuyo esfuerzo fiscal está muy lejos de llegar al 40%, y aún así un gran número de los más de 10 millones de personas que están en dicha situación, que reciben del Estado servicios y prestaciones que no podrían obtener sin un fuerte estado del bienestar, se apuntan a las tesis del Partido Popular y otra gran mayoría se abstendrá en las próximas elecciones.
En España hay desgraciadamente 5 millones de parados, de los que una gran parte culpan al gobierno socialista por su situación, y puede que tengan razón, pero en las próximas elecciones optarán por votar a un Partido Popular que llevan entre sus propuestas de campaña que los salarios sean fijados por un acuerdo bilateral entre trabajador y empresario con lo que los convenios sindicales que garantizan unos mínimos quedarán en nada. Volviendo así a la fijación de precios por parte del que cuenta con los medios de producción.
Y es que… como decía la Secretaría de Organización del PSOE de Andalucía Susana Díaz “Los ratones están muy contentos porque no saben que van a votar al gato” frase ocurrente que no deja de reflejar el que más del 80% de la población española sería más pobre si el estado del bienestar se resiente, sin embargo, España posiblemente sería más rica en términos macroeconómicos.
Después de todo lo dicho no es difícil llegar a la conclusión de que a una gran mayoría de españoles, si vota egoístamente pero de manera informada, lo que más le conviene es que gane el PSOE, sin embargo estás elecciones puede que las venza el Partido Popular gracias al egoísmo que a nuestros liberales les viene bien, que es el egoísmo que nace de la desinformación y el prejuicio. Por ello el eslogan "Pelea por lo que quieres" necesita de ciudadanos que sepan lo que quieren, dónde están sus intereses, y qué España desean, porque en las próximas elecciones no solo se decide el presidente del gobierno para los próximos cuatro años, sino qué modelo de país queremos.
Firmado: Rubén Blázquez Pizarro.
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