España el 22 de Mayo se pintó de azul, como si un William Wallace cualquiera hubiera decidido que el campo de batalla político ya no eran las urnas, sino la calle, los movimientos ciudadanos, la abstención y el voto en blanco. El movimiento 15 M ha surgido del desencanto de la izquierda sociológica y joven, sobre todo joven, la misma izquierda que en 2004 votó por primera vez con la ilusión de encontrar un grupo político que realmente defendiera sus intereses e ideales. Bajo el grito del “!No nos falles!”, votaron a José Luís Rodríguez Zapatero, más que a unas siglas, por presentar una nueva forma de hacer política, donde los principios ideológicos estaban por encima de los intereses, que ya sí en el gobierno ha tenido que defender, sacrificando demasiadas veces en el altar del pragmatismo los valores que le llevaron a la Moncloa.
La derrota en las municipales del 22 de Mayo en toda España requiere de una profunda reflexión interna, y la crisis no puede ser la única explicación de la debacle, repetir una y otra vez “nos hemos visto obligados a...”, ya no sirve para convencer a quienes pedían que no les falláramos, por lo que la celebración de primarias, es simplemente cambiar las figuras pero no el fondo, y por lo tanto no supone una verdadera solución. El potencial electorado del PSOE pide poder diferenciar claramente entre las propuestas y políticas del PSOE y las del PP, reclama que exista una diferencia sustancial entre votar a izquierdas o votar a derechas, y que dicha diferencia se note en sus vidas.
Es el momento de discutir sobre ideas, en una circunstancias en las que el Partido Popular se apropia mendazmente de gran parte del discurso socialista, diciendo apostar por políticas sociales, creación de empleo por parte de las administraciones, defensa de los derechos de los trabajadores, etc. el PSOE necesita explicarse más y mejor, plantear una alternativa claramente diferenciada, presentar soluciones sociales que verdaderamente calen en la ciudadanía, y todo esto solo puede conseguirse sin en vez de plantear un cambio de personas, nos decidimos por cambiar de políticas.
El electorado del PSOE pide más izquierda, es el momento de decidir ante la posibilidad cierta de perder las generales, si escuchamos a la gente o nos perdemos en luchas internas por el control de un partido, que estará en la oposición sin ninguna duda si ocurre lo segundo; por lo tanto no es época de primarias, aún respondiendo al profundo sentir democrático de nuestro partido, en las actuales circunstancias no suponen ninguna solución a los problemas que nos ha planteado nuestro electorado, y a la vez si pueden constituirse como un nuevo motivo que mine aún más nuestra credibilidad como partido, al presentar la imagen de un PSOE fragmentado que se mira a sí mismo, mientras sus votantes piden ser escuchados.
Firmado: Rubén Blázquez Pizarro.
Firmado: Rubén Blázquez Pizarro.
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